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5.04.2007

Metamorfosis digital: Un fenómeno llamado Clon / Primera parte: Viejas y nuevas prácticas

Por: Antonio del Rivero Herrera y Eduardo Pérez Reyes

Edición para Meganeura por z kevorkian

Introducción

He aquí uno de los documentos fundamentales del nuevo sistema Clon, en el cual se vierten los principales parámetros y el benchmark que se busca fijar a partir de dos coordenadas dinámicas y multidimensionales, por muy pretensioso que pueda sonar, y es que 1) se busca la utilización plena de las nuevas plataformas de software libre, lo cual implica 2) evolucionar las formas, subvertir los modelos previos de comunicación como necesidad fundacional y la experimentación productiva como filosofía. La expedición es fascinante y compartida de nuevos modelos de comunicación, que en una lógica con estructura de rizoma, se nutre de la misma forma en que sucede con el software libre y las redes de conocimiento libre.

Publicaremos en partes este artículo con el fin de examinar por separado sus principales premisas

Primera parte: Viejas y nuevas prácticas

Haciendo un movimiento de 180 grados en el horizonte de la producción de revistas culturales multimedia se observa una tendencia muy marcada de reproducir formas de producción propias del medio impreso con una grave consecuencia: la subutilización de las herramientas que facilita el soporte digital, como el hipertexto, la multimedia y sobre todo la posibilidad de una actualización constante, colaborativa de los contenidos disponibles en red.

La periodicidad es un concepto propio del soporte impreso, lo que se opone técnicamente a una publicación digital, con una comunicación en tiempo real y que permite información multimedia. Los “cierres de edición”, representan otro corsé para una publicación en línea, y que suele verse como una desventaja de los medios impresos frente a la inmediatez de los electrónicos.

El modelo de trabajo lineal en una publicación impresa, desde la escritura de textos y producción de imágenes, diseño editorial, impresión, etcétera, representa un sistema cerrado, muy costoso, y que hace irreversible el producto acabado, que da al traste con la oportunidad de réplica e interacción. Una revista en un soporte digital supera estas y otras limitaciones, porque un archivo informático puede ser modificado en cualquier momento y puede circular en segundos entre los colaboradores o mesa virtual de redacción y además hace posible la manipulación de documentos ya publicados, y lo dispone abierto no sólo a la consulta, sino a la continua modificación, cruce referencial mediante el hipertexto, y actualización permanente de la información que contiene. Para publicar un artículo nuevo no es necesario esperar hasta que todo en su conjunto esté terminado, se pueden ir publicando las notas hasta que la edición quede completa.

Hablar de un número “terminado” de una revista electrónica actualmente parece contradictorio. Las publicaciones electrónicas pareciera que están en una “construcción eterna” debido a que el soporte digital permite que no exista una hora para cerrar la edición. Esto brinda la posibilidad de actualizar los sitios web con noticias que surgen en el momento, además de la personalización del conjunto según diversas necesidades.

Esto ha sido comprendido por publicaciones que nacieron originalmente como medios impresos y que ahora están presentes en internet. En México, revistas como Proceso y periódicos como La Jornada y El Universal tienen portales web dinámicos, que las 24 horas del día actualizan sus contenidos con las noticias que generan reporteros y servicios noticiosos, y que puede prefigurar incluso lo que se publicará más tarde en la edición impresa.

Si las publicaciones que nacieron como un medio impreso están aplicando otras formas de difusión para Internet, resulta absurdo que una revista electrónica siga con las prácticas de edición tradicional y con ello desperdiciando las posibilidades que brinda el soporte digital. (Continuará>>)

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